sábado, 17 de diciembre de 2011

Todavía me resisto a la absurda tentación de pisar el freno y pasarla bueno, disfrazarme de alguien que no soy.
Todavía tengo amigos que me quieren como soy. Siempre un poco loca, y todo lo que toco lo quiebro y pido perdón.
Y acá me vez, escapándole al fuego que sigue quemando. Esa oración, libertad, ansiedad, un amor, soledad... Y así vivir mucho mejor.
Todavía siento ganas de llamarlo alguna vez y decirle que cuando él se fue, un viento me arranco de pie.
Todavía que respiro, nene, cuando salgo a nadar por un mar oscuro, donde todo es duro y el agua se hace cristal.
Todavía que me rió del amor, del café y de dormir. Y si lo sufrí, fue casualidad, un error nunca te hace mal.
Todavía que te quiero, y no quiero quererte otra vez. Pero si con vos tanto me alejé, que volé y jamás regresé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario