jueves, 22 de diciembre de 2011

Sólo se trata de vivir, tan sólo de eso. De aprovechar cada momento, de disfrutar... de vivir.
¿Entonces?. El ser humano está destinado a complicarse la vida, siempre y desde siempre. Vaya una a saber por qué, pero siempre me lo pregunté.
Pero cuando te pones a pensar te das cuenta de lo corta que es la vida y de lo poco que sabemos aprovecharla.
¡Debería ser ilegal no aprovecharla!. La cantidad de cosas que podríamos hacer y no hacemos. La cantidad de momentos que podríamos sumar y no sumamos. La cantidad de veces que preferimos parar... pero el tiempo sigue corriendo, y pasa y pasa, y no hay vuelta atrás. "Hoy es hoy, vívelo porque no regresa. Hoy es hoy, vívelo porque el tren no espera". ¡Entonces viví!.
Creo yo, porque siempre lo escuché de los grandes, que no hay nada más lindo que llegar a viejo y ver que hiciste muchas cosas, que viviste todo eso que querías, a pesar de los arrepentimientos y errores... Ya sabes, nunca están de más unos errores, son experiencias que se suma a tu vida...
Es raro, porque pienso en esto todos los años, y llegando a estas instancias me pregunto si aproveché mi año como debía, como quería, como esperaba...
Hasta ahora puedo admitir que tengo toda esta teoría pero fallo en la práctica.
Entonces me propongo cada año a intentar vivir más, sin importar lo que los demás piensen.
Porque yo soy yo y vivo mi vida a mi manera, y si me dejo influenciar por los demás, diciéndome cómo debo vivir mi vida, ya no es mi camino el que sigo. Hay que aprenderse a escuchar y a seguirse. No hay nada mejor que ser guiada por el corazón.-

sábado, 17 de diciembre de 2011

Todavía me resisto a la absurda tentación de pisar el freno y pasarla bueno, disfrazarme de alguien que no soy.
Todavía tengo amigos que me quieren como soy. Siempre un poco loca, y todo lo que toco lo quiebro y pido perdón.
Y acá me vez, escapándole al fuego que sigue quemando. Esa oración, libertad, ansiedad, un amor, soledad... Y así vivir mucho mejor.
Todavía siento ganas de llamarlo alguna vez y decirle que cuando él se fue, un viento me arranco de pie.
Todavía que respiro, nene, cuando salgo a nadar por un mar oscuro, donde todo es duro y el agua se hace cristal.
Todavía que me rió del amor, del café y de dormir. Y si lo sufrí, fue casualidad, un error nunca te hace mal.
Todavía que te quiero, y no quiero quererte otra vez. Pero si con vos tanto me alejé, que volé y jamás regresé.