Sobre las responsabilidades tengo unos pro y unos contra permanentes que no puedo controlar aún, viene así en mi naturaleza, por más que me intente cambiar ya soy así.En cuanto a muchachos se trate, no maduré absolutamente nada jajaja. Sigo teniendo esos problemas de autoestima que me hacen temer y no aprovechar o animar. Es horrible no hacer algo tan simple como actuar, más cuando siempre estoy dando el consejo de Carpe Diem, de aprovecha tu momento, de arriesgarse. Claramente tengo el síndrome de haz lo que digo y no lo que hago, porque nunca tomo en cuenta ningún consejo que doy, sabiendo que es la realidad es lo que debería hacer. Pero bueno, ven?. En eso sigo siendo la misma inmadura que siempre, que por pensar que el chico que me gusta es imposible no me arriesgo y pierdo la oportunidad. O sea a ver, me encontraba con que ni al Facebook lo quería agregar, o sea, ¿QUÉ ES LO QUE ME PASABA?. ¿Desde cuándo estaba tan en bluda que ni siquiera podía agregar a un chabón al face?. Pero bueno, así soy, de todos modos con las vueltas de la vida, y el destino a mi favor (aunque, entre nosotros, siempre pido y agradezco a mi Abu y a Dios antes que al destino jaja), amigos en común nos llevan a tenernos en esta red social. Lo que me lleva a que si por esas casualidades de la vida, amigos en común no me lo hubieran nombrado tanto y de entrada, la cosa seguiría en nada, pero no, ojo, tengo un avance, lo tengo agregado. Pero... adivinen, no le hablé, y él tampoco a mi, entonces... nada, él no tiene interés, (así empieza a bajar mi autoestima) no se preocupa por quién tiene agregada, me ignora, lo pienso más y él ni me registra, y ahí LA BÁSICA ADOLESCENTE INMADURA DE PENSAMIENTOS ILÓGICOS E INNECESARIOS, porque si, somos ESPECIALISTAS EN HACERNOS LA CABEZA, es inevitable, y más cuando nos gusta ese chico que pensas que es imposible porque a simple vista es EL CHICO PERFECTO. Aunque vale aclarar que es el prototipo de chico perfecto de Vale...
Entonces esto me lleva a que mi autoestima baje completamente, porque la perfección que yo buscaba en un chico, esa perfección que yo creía irreal, soñada, imaginaria, realmente existe, es de carne y hueso, es humano y vive en Rosario y va a mi facultad (R). Y ahí me digo a mi misma, que no soy el tipo de chica a la que él le gustaría, porque seguramente le deben gustar así todas perfectitas como él y blabla, y me subestimo como siempre. Porque a ver, no soy perfecta, pero tampoco me doy la oportunidad a mi misma de ganarme a un chabón por lo que soy, lo veo como todo muy sobre líneas, prácticamente superficial.
En fin, mi conclusión sería animarme, pensar que el no ya lo tengo, y en cuanto tenga oportunidad le hablaré (aunque, claro está, preferiría que me hablara él, porque supongo que es lo ideal) y entablaré una conversación normal, intentando ser lo más auténtica posible. Me va a costar, claro está, esos nervios que nos agarran cuando hablamos con esa personita que nos resulta especial y esas sonrisitas que no se nos van ni cuando estamos por dormir, que son los momentos más lindos y blabla basta Vale, que todavía no pasó! jajaja
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