miércoles, 15 de septiembre de 2010


Puedo adivinar por tus ojos, que probablemente has estado llorando por siempre y las estrellas en el cielo no significan nada para vos, son un espejo.
No quiero hablar de eso, de cómo me rompiste el corazón.
Si me quedo acá un ratito más, si me quedo acá, ¿no vas a escuchar mi corazón?
Si me quedo sola, ¿la sombra esconderá los colores de mi corazón?
Azul para las lágrimas, negro para los miedos nocturnos...

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