sábado, 9 de octubre de 2010

Yo pienso que no son tan inútiles las noches que te dí. Te marchas y ¿qué?. Yo no intento discutírtelo, lo sabes y lo sé.
Al menos quédate sólo esta noche, prometo no tocarte, está seguro. Tal vez es que me voy sintiendo sola, porque conozco esa sonrisa tan definitiva. Tu sonrisa que a mí mismo me abrió tu paraíso.
Se dice que con cada hombre hay una como yo, pero mi sitio, luego, lo ocuparás con alguna igual que yo, mejor, lo dudo.
¿Por qué esta vez agachas la mirada, me pides que sigamos siendo amigos?. ¿Amigos para qué, maldita sea?. A un amigo lo perdono, pero a ti te amo. Pueden parecer banales mis instintos naturales.
Hay una cosa que yo no te he dicho aún, que mis problemas, ¿sabes qué? Se llaman: "tú". Sólo por eso tu me ves hacerme la dura, para sentirme un poquito más segura. Y si no quieres ni decir en qué he fallado, recuerda que también a ti te he perdonado. Y en cambio tú dices: "lo siento, no te quiero", y te me vas con esta historia entre tus dedos.
¿Qué vas a hacer?. Busca una excusa y luego márchate. Porque de mí no debieras preocuparte, no debes provocarme.
Que yo te escribiré un par de canciones tratando de ocultar mis emociones. Pensando, pero poco, en las palabras, y hablaré de la sonrisa...

1 comentario: